Hasta hace unos años no tenía idea de ¿Cómo sería el día del padre sin un padre? En casa no nos prepararon para un festejo sin papi, incluso papi organizaba los festejos. «Reyna, Morena, Prieta, Flaca, Gorda” eran sobrenombres que nos colocaba para identificarnos con cariño a su esposa y a cada una de sus hijas y por supuesto, no podía faltar su “Pilón”, el único varón en la familia que espero con tanto entusiasmo.
Nunca hubo un momento donde no estuviera presente con algún detalle importante, justo hay algo que tradicionalmente hacía en tiempo de frío. En tiempo de frío papi conectaba un calentador de gas, mientras el gas subía, nos colocábamos justo a su lado, agachadas para ver como prendía aquel artefacto, mientras el gas subía y la llama salía, te asustaba con un «bu o fu» que sonaba a la par con la llamarada. Es muy cómico recordarlo, aun puedo oler los días fríos en casa, dicen que cada momento tiene un olor, el mismo que le indica a tu cerebro que pueda recordar y pues ya todos sabemos que recordar es volver a vivir.
Lo más difícil de su partida ha sido acoplarnos nuevamente, él era el referí en los pleitos, el chofi cada vez que necesitábamos un traslado, el cuida nietos, el dueño de soriana (así decía mi sobrino porque en tiempo de calor se iban a soriana a tomar el fresco) pero, sobre todo la alegría y diversión en nuestra familia. Era el equipo perfecto junto a mami y aunque ha sido difícil para todos su partida, para mamá perder a su compañero de años fue muy triste. ¿A veces ambas nos preguntamos ¿Qué hará papi en el cielo?, ¿Le darán permiso de vernos?
Este día del padre quiero agradecerle a Dios infinitamente y con todo mi corazón el padre tan especial que me presto durante 35 años de mi vida, aun nos quedaron cosas por hacer, pero, vimos la nieve juntos, pintamos mi casa, viajamos en carro largas horas, reímos, peleamos, cantamos, gritamos, azotamos puertas, nos abrazamos, nos carcajeamos por tonterías, hicimos pijamada, nos sentamos a contemplar el día, nos miramos sin decir palabra, suspiramos, lloramos, luchamos por su salud e incluso en sus últimos momentos nos sonrió y nos dijo adiós. Siempre que le escribo en mis redes sociales, cierro con un papi te amo y te amaré «hasta que mis huesos se vuelvan ceniza y mi corazón dejé de latir».
A todos los papás Bunzl «Feliz Día del Padre» que sea un día súper extraordinario.